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martes, 19 de agosto de 2014

Cabo de Creus, donde se bañan los Pirineos



El Cabo de Creus es un lugar mágico, hechizante, extraterrestre. Al magnetismo que supone su ubicación geográfica como el extremo de tierra más oriental de la Península Ibérica se une el de su origen geológico, como el extremo del Pirineo Axial. Aquí comienza (o acaba) el Pirineo.


El origen de los Pirineos hay que buscarlo en la Orogenia Alpina, hace unos 250 millones de años, cuando se crearon también los Alpes y los Himalayas. Todos forman parte de un cinturón montañoso formado en los bordes de las placas tectónicas, pero es hace entre 85 y 24 millones de años, al final del Mesozoico (Cretácico Superior), cuando la colisión entre la placa Ibérica y la placa Europea produce un plegamiento que hace que la cadena montañosa pirenaica se levante y emerja del mar dando lugar a la cordillera tal y como hoy la vemos. Bueno, bastante aproximadamente a como hoy la vemos, pues el aspecto externo de las montañas se continúa modelando a diario mediante los procesos erosivos que lenta pero incesantemente van cambiando el aspecto del terreno.


Geológicamente hablando los Pirineos se extienden desde el fondo del Atlántico, en el Golfo de Vizcaya, hasta la Provenza francesa, donde se tocan con Los Alpes, si bien es en el Cabo Creus donde la cordillera desparece a los ojos por el este, en el Mediterráneo.



En este punto donde el Pirineo se baña el paisaje es además radicalmente distinto al resto, fruto de la composición geológica de la roca y minerales de este esquinado rincón catalán y la acción del mar y de la Tramontana, no es sólo  diferente, sino que un paisaje único en el mundo. Casi extraterrestre. La máxima representación es el Paraje de Tudela, en la Punta del Cabo de Creus, donde se pueden ver afloramientos de roca, pliegues rocosos y vetas minerales de formas y coloraciones sorprendentes. Los más frecuentes son pegmatitas, esquistos, gneis, cuarcitas y pizarras. Fruto de altas temperaturas y presiones los minerales más diversos se mezclaron y sentaron la base del actual paisaje. Los agentes erosivos externos van haciendo el resto…
Un interesante itinerario recorre el paraje y permite tener un contacto directo con esta caprichosa geología del parque natural.





En el parque natural del Cabo de Creus (Girona), el primer parque marítimo terrestre creado en Cataluña (1998), destaca además un rica fauna (águila perdicera, halcón peregrino, cormorán moñudo, etc.) y una importante flora, con más de 1.000 especies de plantas y una gran biodiversidad. Crecen en el parque encinas, pinos, alcornoques, robles, lentiscos, enebros, etc. Destaca la forma retorcida de los enebros por acción del viento en la zona del Cabo, donde crecen otras plantas herbáceas importantes como la armeria marina, el espantazorras o la endémica local Seseli farrenyi.

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