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jueves, 23 de abril de 2015

Experiencias en la naturaleza de la Garrotxa

Volcán Croscat

Continuando con este particular peregrinaje que me llevará en los próximos  meses a algunos de los espacios naturales españoles más sobresalientes para vivir y compartir diferentes experiencias en la naturaleza, me detengo hoy en La Garrotxa (Girona). La Garrotxa es un parque natural sorprendente, único en la península Ibérica por su carácter volcánico. Extintos volcanes peninsulares hay más repartidos a lo largo y ancho de la piel de toro, como por ejemplo los localizados en el manchego Campo de Calatrava (Ciudad Real), pero La Garrotxa presume de ser el mayor campo volcánico de la Península Ibérica, con 40 conos volcánicos y más de 20 coladas de lava. También el mejor conservado. Volcanes como los de Santa Margarida, del Cairat, del Croscat o Montsacopa, por citar sólo algunos de ellos, o la interesante flora que hoy cubre buena parte de este territorio volcánico –con la magia del bosque de hayas de la fageda d’en Jordà como uno de sus máximos exponentes-, o coladas de magma como la del volcán Croscat, etc. están presentes en esta singular área protegida.
Ruta senderista por el campo volcánico.

Estratos de lapilli en Les Grederes del Croscat.

Sobre los valores naturales del parque natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa podéis encontrar más información en este enlace al post que le dediqué hace unos meses. Hoy he preferido comentaros las mejores experiencias para conocerlos, y un espacio natural de tal envergadura merece desde luego conocerse y disfrutarse  a través de experiencias de similar talla. Las propuestas van desde el vuelo en globo (vuelos adaptados) hasta las rutas nocturnas en busca de fauna, pasando por rutas guiadas en bicicleta por la Vía Verde del Carrilet (también con bicicletas adaptadas), los paseos por la vía Annia (la vía romana mejor conservada de la península Ibérica) o el camino Real Olot-Vic. Y desde la observación de aves y mariposas, hasta actividades que pueden realizarse con la filosofía slow travel o de forma más “movidita”, como el trail running pero guiado, para conocer el patrimonio local. Sin olvidar las actividades para conocer e interpretar el rico patrimonio cultural, etc. Como veis, propuestas para todos los gustos y necesidades. También adaptadas para todos los visitantes.


Lo interesante de todas ellas es que pueden ser también experiencias paquetizadas con alojamientos, restaurantes, etc. que facilitan enormemente la contratación de la actividad elegida y, lo más importante: que cuentan con la garantía de contribuir a la sostenibilidad turística. De hecho por ello forman parte de Soy Ecoturista, con una marca de calidad común que es el compromiso sostenible de las empresas y alojamientos que las llevan a cabo y que les ha permitido formar parte del club de producto de Ecoturismo en España. ¿Cómo? cumpliendo algunos requisitos y compromisos para desarrollar su actividad dentro de los parámetros de la sostenibilidad, contribuyendo además a la conservación del espacio natural y al desarrollo local. Son empresas reconocidas como colaboradoras del espacio protegido donde desarrollan sus actividades y han sido formadas específicamente para ello.
Ermita de Santa Maragarida, en el fondo del cráter del volcán homónimo.

A través de ellas, estamos seguros de contribuir como visitantes a un ecoturismo de verdad, ya que si están ahí, es porque cumplen avales de calidad y compromiso como poseer la Carta Europea de Turismo Sostenible o estar adheridos al producto Geoparques o al producto Reserva de la Biosfera (pueden ser complementarios).


Ser miembro de Soy Ecoturista es posible también firmando un acuerdo de colaboración con una entidad de conservación y diseñando proyectos de ecoturismo solidario donde además de conocer la zona, alojarse, comer, hacer actividades, etc. con empresas que colaboran con la entidad, se puede conocer de primera mano el citado proyecto. Es el caso de la Fundación Global Nature en Monfragüe (ver post anterior), la Fundación Quebrantahuesos en Picos de Europa y la Fundación Aquila en Cabañeros, Oropesa, La Jara y el Valle del Tiétar. Pero sobre estos proyectos de conservación os contaré más a su debido tiempo…

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