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martes, 23 de septiembre de 2014

Prades, montañas que se sienten

 
Barranco del Tillar.
Cuando el viajero se adentra en las Montañas de Prades (Tarragona) penetra lentamente en un mar de colinas, de suaves relieves tapizados por una densa cobertura vegetal. Se respira Mediterráneo. Afloran los sentidos y las sensaciones.

Existen diferentes accesos al corazón de estas montañas, donde la bella población de Prades (Bien de Interés Cultural) ejerce de faro en este mar verde y aguarda al visitante con su patrimonio histórico, cultural y, por supuesto, natural, en el corazón de la Costa Daurada.




El acceso más habitual hasta Prades es por el norte, desde Montblanc y l’Espluga de Francolí, con el magnífico recibimiento del monasterio cisterciense de Poblet antes de comenzar a subir por la carretera que remonta el encajonado barranco del Tillar, declarado como Zona de Reserva (1998) dentro del Paraje Natural de Interés Nacional de Poblet. Una vez en la parte alta de este tapiz de pino rojo, el viajero ya siente que estas montañas, con su verdor perenne estival, le han conquistado aportando una nota de frescor al estío. Huele a pinocha, a resina, a fragancias mediterráneas. Pero la cosa no ha hecho más que comenzar, sólo hay que dejarse llevar por estas estrechas carreteras que se abren camino a través del altiplano de estos montes, atravesar poblaciones que parecen colgadas en el tiempo como Vilanova, Albarca, Siurana, Rojals, Mont-Ral, Farena, Capafonts y tantas otras.




Una de las paradas urbanas imprescindibles, la primera que nos encontramos ascendiendo por Poblet, es la villa de Prades. Allí se encuentra el centro de interpretación de las Montañas de Prades (y oficina de turismo). Y allí quiero proponeros hoy el comienzo de un viaje por los sentidos a través de audiovisuales, módulos interactivos, y equipamientos para descubrir toda la naturaleza a través de la vista, el oído, el tacto, el olfato… De nuevo hará las delicias de los más jóvenes de la casa. No en vano las Montañas de Prades acaba de obtener la certificación como Destino Familiar.
¿Cómo suena la fauna de Prades? ¿y sus arroyos? ¿Cómo puedo saber la edad de un árbol viendo sus anillos del tronco? ¿A qué huelen las diferentes plantas aromáticas que crecen en la sierra? Y en cuanto al gusto, reservaos para las Patatas o la miel de Prades.



Por cierto, que cuando estéis por las Muntanyes de la Costa Daurada no dejéis de visitar otros centros de interpretación como el de los Frutos del Paisaje, en Ruidecanyes, o el de la Sierra Llaberia, en Pratdip, por citar sólo un par de ejemplos.
Capafonts.

La segunda parada para los sentidos no queda lejos, en Capafonts. A la entrada de esta población tarraconense situada a 7 km. de Prades se ubica el Àrea d’Interpretació del medi natural, que consta de un punto de información y, sobre todo, de un recinto al aire libre donde conocer de primera mano diferentes aspectos sobre la flora y la fauna local. En un pequeño pero entretenido jardín botánico crecen algunas de las especies vegetales más representativas de árboles: álamo, quejigo, avellano, arce, castaño, cerezo, nogal, pino negro, pino rojo, pino blanco, encina…, de arbustos: lavanda, tomillo, santolina, romero, madroño, boj, lentisco, brezo, durillo… y también de algunas hierbas. Una explosión de color en primavera con la llegada de las flores… y de muchas mariposas que en los meses primaverales y estivales  comparten cielo con infinidad de pequeños pájaros. Diferentes paneles informan sobre algunas de las especies más vistosas.


La tercera parada que quiero proponeros es en Mas de Caret (Ctra. La Riba-Farena, km.11) a un cuarto de hora de Capafonts, y está centrada en el olfato. En esta masía se organizan visitas guiadas por su Parque de los Olores, donde las flores son las protagonistas.

Las plantas huelen porque poseen unas sustancias volátiles (perfume) en diferentes partes; generalmente en la flor, pero también en tallos, cortezas, hojas, e incluso raíces.  ¿Por qué? Para atraer a sus polinizadores, fundamentalmente mariposas y polillas, ya que en este tipo de plantas el néctar se segrega muy profundamente y es preciso poseer una lengua muy larga, como la espiritrompa de los lepidópteros, para alcanzarlo. Hay un grupo de plantas con gran cantidad de fragancia y las llamamos plantas aromáticas. Y una curiosidad, las flores más coloridas son las que menos huelen ¿por qué? Porque el perfume se produce a partir de la clorofila, el pigmento verde de las plantas, presente en pétalos y hojas.

Habrá adivinado el lector viendo las plantas que crecen en el jardín botánico de Capafonts que corresponden en buena parte a especies mediterráneas. Así es,  en las montañas de Prades crece sobre todo vegetación mediterránea pero este espacio natural encierra una grata sorpresa atlántica.


En efecto, en este rincón de Tarragona se puede vivir una experiencia en la naturaleza que tiene que ver con los sentidos y también con la posibilidad de caminar por un bosque único; único por ser más propio de latitudes más norteñas y húmedas. Es el príncipe atlántico en un reino Mediterráneo. Me refiero a roble rebollo (Quercus pyrenaica). Un itinerario circular de 4,7 kilómetros permite recorrer sin dificultad y apenas desnivel (154 m.) en poco más de una hora el robledal del roble rebollo. La ruta se inicia en el pueblo de Prades y permite conocer cómodamente el único bosque de robles rebollos de Cataluña.
 
En Prades crece el único bosque de robles rebollos de Cataluña.
Y si os gusta caminar, pues aquí tenéis un plato fuerte: el Camí Natural Muntanyes de Prades, un camino natural que transcurre por zonas de cultivo, por zonas montañosas y por bosques ofreciendo diferentes puntos de interés paisajístico, geológico y cultural. Distintas comunidades vegetales, formaciones kársticas, restos neolíticos, ermitas y pozos de hielo. Como veis una gran variedad de atractivos.

El camino principal tiene 27 kilómetros y presenta diferentes tramos: el tramo de las Ermitas (St. Antoni, st. Roc y la de La Mare de Déu de l’Abellera, patrona de los apicultores catalanes) con una fantásticas panorámicas, el tramo de los Pozos de Hielo (en el término de Prades hay tres de los cinco pozos de hielo), el tramo del “Tossal de la Baltasana” –con 1.201 m. es la máxima altura de las montañas de Prades- y del roble rebollo, el tramo de los Castaños, el tramo del “Pla de la Guàrdia” y el tramo “Perelloner del Cisterer”.


Además del camino principal existen otros 10 kilómetros en ramales y son el camino de la Serra del Bosc, el Camí Vell de Montblanc y el Camí dels Pics.


En definitiva un viaje para los sentidos en las bellas montañas donde crece el único bosque de robles rebollos de Cataluña.

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