Los Dinosaurios del Levante
Peninsular son sin duda uno de los principales recursos naturales
prehistóricos no sólo del territorio nacional, sino del patrimonio icnológico
mundial. Una larga serie de yacimientos se reparten sobre todo por la Comunidad
Valencia y Catalana permitiendo al visitante actual vivir la experiencia de
conocer la naturaleza de hace millones de años. Los primeros dinosaurios que
aparecieron sobre la Tierra lo hicieron en el Triásico, hace unos 220 millones
de años, y vivieron hasta el Cretácico, cuando desaparecieron hace unos 65
millones de años. En los yacimientos del Levante Ibérico sólo se han encontrado
restos de periodos muy concretos (y cortos del Jurásico medio y superior y
Cretácico inferior y superior) pero son importantes por informarnos, sobre
todo, de los últimos años de vida de los dinosaurios en el planeta. De las
últimas páginas del libro de la vida de los dinosaurios en la Tierra nos informan
concretamente los yacimientos de Pirineos (Barcelona, Lleida y Huesca) y
algunos de la provincia de Castellón.
Principalmente la provincia de Lleida, pero también la de Barcelona,
aglutinan los yacimientos de icnitas (huellas de dinosaurio) más relevantes de
Cataluña: mirador del Cretaci (Alt Urgell); Mina Esquirol, Mina Tumí, Fumanya
Sur, Fumanya Nord, Cingles del Boixader y Coll de Jou (Berguedá); Mata del
Viudà, Masía del Marull y La Massana (Noguera); Orcau, Costa Roia y Abella de
la Conca (Pallars Jussà); Pedrera de Rubies y la Cabrua (Segrià). También existen
algunas instalaciones dedicadas a los dinosaurios y ubicadas en otras comarcas:
Vallès Occidental, etc.
Unos de los principales yacimientos son los de Vallcebre, en el
Berguedà (Barcelona), donde destacan sobremanera los de Fumanya Sur y Fumanya Nord
por doble motivo: por ser uno de los mayores conjuntos de icnitas de Europa
(más de 3.500 icnitas) y por ser el primer yacimiento descrito en detalle en el
mundo con huellas indiscutibles de titanosaurios (los últimos saurópodos que
habitaron la Tierra). La mayoría de las icnitas de Fumanya corresponden a
saurópodos pero también hay terópodos. Y no sólo dinosaurios, también existen huevos
de dinosaurio y numerosos restos vegetales que nos muestran que hace mucho
tiempo, cuando estos seres caminaban por estos parajes, el paisaje era una gran
ciénaga. Nada que ver con el actual. Sus huellas quedaron impresas en el lodo y
hoy se pueden ver con una nitidez increíble. No hay muchos rastros pero los más
largos cuentan con hasta 70 pisadas que se prolongan durante unos 80 metros de distancia.
Los rastros y huellas son una gran fuente de información sobre el tamaño del
animal, la forma de caminar, su dieta… y los huevos sobre su comportamiento y
modo de vida.
Lluís Viladrich y Montserrat Gorchs descubrieron en 1985 las huellas
de dinosaurio en las paredes de unas antiguas minas de carbón a cielo abierto
localizadas entre Cercs y Vallcebre, cerca del Pedraforca. Estudios posteriores
dieron con el que está considerado uno de los principales yacimientos de
icnitas del continente: Fumanya.
En el yacimiento de Fumanya Sur
existen más de 2.300 huellas que se conservan sobre una superficie calcárea
margosa inclinada 60º. En algunas icnitas se aprecian incluso bien conservadas
las uñas. En el yacimiento se distinguen 34 rastros individuales cuadrúpedos
(muy posiblemente titanosaurios), probablemente un grupo de dinosaurios.
Cuenta también con impresiones de vegetales fósiles (tronco y hojas).
En el yacimiento de Fumanya
Nord se cuentan más de 1.000 icnitas que se disponen sobre rocas calizas de
origen lacustre. Se pueden ver 5-6 rastros de saurópodos.
Un visita imprescindible para todos aquellos interesados en el
apasionante mundo de los dinosaurios.
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