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domingo, 9 de agosto de 2015

Flora y agua en las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas

Laguna de Valdeazores, río Borosa.

El vasto parque natural decretado en 1986 para proteger la valiosa naturaleza de las sierras jienenses de Cazorla, Segura y Las Villas es, con sus 214.300 hectáreas, el mayor espacio natural protegido de España y el segundo de Europa. Entre sus múltiples valores naturales y paisajísticos destacan sin duda sus importantes recursos botánicos. Se trata del mayor bosque de la península Ibérica, un enorme bosque en el que crecen casi 2.200 especies de flora y destacan casi 50 especies de orquídeas. Sobresaliente es el apartado de endemismos, con 361 especies endémicas. De ellas 34 sólo crecen aquí, 108 son exclusivas de Andalucía y 214 corresponden a endemismos ibéricos y norteafricanos. Entre las plantas más preciadas se encuentran la violeta de Cazorla, el geranio de Cazorla, la aquileña, el narciso, el atrapamoscas, etc.
El mayor bosque de España tapiza las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas
Encina monumental

Pero lo que seguro llama la atención a los ojos del visitante es el verde que tapiza las laderas montañosas de estas sierras. La catena está compuesta sobre todo por pinos, que tal y como demuestran los análisis de polen fósil, ya estaban aquí desde al menos diez mil años. Hasta los 1.000 metros de altitud crece el pino carrasco o de Alepo, por encima de éstos hasta los 1.300 metros de altitud, el pinar está dominado por el pino negral y finalmente, por encima de 1.300 metros, el pino laricio. Pero no sólo crecen pinos en Cazorla, ni mucho menos. También otras especies mediterráneas como la encina, el madroño, quejigos, sabinas, enebros, agracejos, mostajos, coscojas, etc. En las zonas más húmedas los robles presiden un bosque caducifolio en el que viven también arces, tejos, serbales, etc. y junto al curso de los ríos y arroyos, magníficos bosques de ribera. Gran variedad vegetal entre los 500 metros de altitud de la cota más baja, al sur del parque, y los 2.107 metros del Cerro de las Empanadas, su punto más elevado.
Violeta de Cazorla
Geranio de Cazorla

Y precisamente el agua  es otro de los elementos protagonistas en los paisajes del parque natural. Aquí nacen el río Guadalquivir, que desemboca en el Atlántico (Doñana) después de 657 kilómetros de trazado andaluz, y el río Segura que cede sus aguas al Mediterráneo en la provincia de Murcia tras 325 kilómetros de recorrido. Existen varios enclaves ligados al agua que merecen una obligada visita en cualquier viaje a las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas: el nacimiento del Guadalquivir, el nacimiento del Guadiana, el embalse del Tranco (un lugar único para observar ungulados) y el río Borosa. A éste último le tengo especial cariño pues fue una de mis primeras excursiones senderistas. Especialmente en un par de enclaves asociados al río como la cerrada de Elías, por donde es preciso caminar entre pasarelas ancladas a la pared) o las lagunas de Valdeazores y Aguas Negras. Junto a la orilla de la laguna de Aguas Negras se encuentra el nacimiento del Borosa.
Nacimiento del Borosa, laguna de Aguas Negras.

Otra cerrada espectacular (garganta estrecha o paso encajonado del río entre paredes rocosas) es la cerrada del Utrero. En esta ocasión el protagonista fluvial es el Guadalquivir, que al poco de nacer, discurre encajado entre paredones calizos y lapiaces, con bellos saltos de agua, pozas cristalinas y cascadas, como el Salto de Linarejos.
Cascada de Linarejos, en la Cerrada del Utrero
Río Guadalquivir en la cerrada del Utrero.

En definitiva, os recomiendo fervientemente una visita al mayor bosque de coníferas de España y un asomo a los bellos rincones acuáticos que esconden las montañas andaluzas, declaradas también ZEPA (1987) y Reserva de la Biosfera (1983). Uno de los principales y más emblemáticos espacios naturales protegidos de la península Ibérica. En mi última visita me alojé en la villa de Cazorla, que también os recomiendo.