Es ésta quizá una de mis
rutas en la naturaleza favoritas. Se trata de una ruta larga y sacrificada, pero
impresionante. Un contacto directo con la naturaleza abrupta y salvaje de uno
de mis rincones naturales preferidos: La Palma. Un recorrido perfecto para
transitar por el corazón del parque nacional de la Caldera de Taburiente.
Son varias (muchas) las
rutas senderistas que permiten disfrutar de la magna naturaleza de la Caldera
de Taburiente, en el centro de la isla canaria de La Palma. Las hay para todos
los gustos y condiciones físicas, desde miradores a los que se llega en
vehículo o después de un breve paseo, hasta rutas de exigente desnivel y
extrema dureza. La recompensa en todos los casos suele ser unas panorámicas de
ensueño.
La ruta con la que quiero despedir
el año es de dificultad alta por la distancia y la dureza pero permite conocer
la caldera desde media altura -en el mirador de Los Brecitos, donde se inicia-,
hasta la singular visión que se tiene del circo de montañas desde su fondo, en
la playa de Taburiente y su salida natural. Está señalizada como SPN 1 en el
mapa del parque nacional editado por el CNIG y Parques Nacionales. La ruta
completa es en realidad la unión de dos SPN1 Y SPN2.
El camino entre Los
Brecitos y la playa de Taburiente (SPN1; 1 h. 35 min) es siempre en descenso (casi
400 metros ).
Las vistas desde Los Brecitos ya justifican la pista de 12 kilómetros de
acceso hasta el mirador: Toda la crestería desde Somada Alta hasta el Bejenado.
La bajada a pie atraviesa enclaves como Los Agujeritos o el roque del Huso,
siempre entre el omnipresente pinar de pino canario que tapiza los diferentes
barrancos por los que se va pasando: del Ciempiés, Traves, Piedras Redondeadas,
Risco Liso y finalmente Bombas de Agua. Antes de llegar al barranco de Bombas
de Agua nos encontramos con el mirador de Tagasaste, desde el que se contempla
por primera vez el roque Idafe.
El pino canario (Pinus canariensis) presenta la
particularidad de rebrotar con rapidez tras un incendio, aparte de poseer las
acículas en grupos de tres. En la primera parte de la ruta crecen bejeques en
las paredes de los barrancos.
Al llegar al fondo de la
Caldera –zona de acampada-, desde donde parten otras interesantes rutas como la
de Hoyo Verde y la cascada de La Desfondada, sorprende la vegetación de ribera
(sauces fundamentalmente) que sustituyen en buena parte al pino. No es raro,
pues aquí fluye el arroyo de Taburiente, el único curso de agua permanente de
Canarias. Y ahora que estamos abajo ¿para salir de aquí? Como suele decirse, en
el próximo post... el desenlace.