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domingo, 28 de diciembre de 2014

La Caldera de Taburiente... al completo (I)



Es ésta quizá una de mis rutas en la naturaleza favoritas. Se trata de una ruta larga y sacrificada, pero impresionante. Un contacto directo con la naturaleza abrupta y salvaje de uno de mis rincones naturales preferidos: La Palma. Un recorrido perfecto para transitar por el corazón del parque nacional de la Caldera de Taburiente.
Son varias (muchas) las rutas senderistas que permiten disfrutar de la magna naturaleza de la Caldera de Taburiente, en el centro de la isla canaria de La Palma. Las hay para todos los gustos y condiciones físicas, desde miradores a los que se llega en vehículo o después de un breve paseo, hasta rutas de exigente desnivel y extrema dureza. La recompensa en todos los casos suele ser unas panorámicas de ensueño.


La ruta con la que quiero despedir el año es de dificultad alta por la distancia y la dureza pero permite conocer la caldera desde media altura -en el mirador de Los Brecitos, donde se inicia-, hasta la singular visión que se tiene del circo de montañas desde su fondo, en la playa de Taburiente y su salida natural. Está señalizada como SPN 1 en el mapa del parque nacional editado por el CNIG y Parques Nacionales. La ruta completa es en realidad la unión de dos SPN1 Y SPN2.

El camino entre Los Brecitos y la playa de Taburiente (SPN1; 1 h. 35 min) es siempre en descenso (casi 400 metros). Las vistas desde Los Brecitos ya justifican la pista de 12 kilómetros de acceso hasta el mirador: Toda la crestería desde Somada Alta hasta el Bejenado. La bajada a pie atraviesa enclaves como Los Agujeritos o el roque del Huso, siempre entre el omnipresente pinar de pino canario que tapiza los diferentes barrancos por los que se va pasando: del Ciempiés, Traves, Piedras Redondeadas, Risco Liso y finalmente Bombas de Agua. Antes de llegar al barranco de Bombas de Agua nos encontramos con el mirador de Tagasaste, desde el que se contempla por primera vez el roque Idafe. 


El pino canario (Pinus canariensis) presenta la particularidad de rebrotar con rapidez tras un incendio, aparte de poseer las acículas en grupos de tres. En la primera parte de la ruta crecen bejeques en las paredes de los barrancos.



Al llegar al fondo de la Caldera –zona de acampada-, desde donde parten otras interesantes rutas como la de Hoyo Verde y la cascada de La Desfondada, sorprende la vegetación de ribera (sauces fundamentalmente) que sustituyen en buena parte al pino. No es raro, pues aquí fluye el arroyo de Taburiente, el único curso de agua permanente de Canarias. Y ahora que estamos abajo ¿para salir de aquí? Como suele decirse, en el próximo post... el desenlace.

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