Y el segundo de mis
objetivos era, como os comenté en el post de La Cimbarra, el del monumento natural de Los Órganos. En
realidad, siguiendo el acceso de “Aldeaquemada 22 kilómetros ” se
pasa primero por aquí antes de llegar a la cascada de la Cimbarra. Para ser
exacto Los Órganos se ven incluso antes, desde la propia autovía en sentido
Madrid-Andalucía, pues hay un mirador en una curva situado frente a las
cuchillas de piedra llamadas los órganos por su disposición, que le confiere un
aspecto de órgano de iglesia. Probablemente es el mirador desde el que mejor se
aprecia esta formación geológica de cuarcitas.
Desde la carretera A-6200
al cubrir los primeros 6
kilómetros de los famosos 22, se llega al collado de los Jardines (existe un museo
etnográfico cultural). En el collado existe la ruta a pie llamada Sendero del Cerro del Castillo. Se trata
de un recorrido de dificultad media (por el desnivel) de apenas 2 kilómetros (1 hora) que
en realidad presenta dos tramos, uno en ascenso y otro en descenso desde el
cartel informativo. El que sube conduce desde el collado hasta el cerro del
Castillo (probable asentamiento ibérico) entre encinas, primero y zona aclarada
después. Arriba se disfruta de una panorámica sobre la vertiente sur del parque
natural y sobre Los Órganos. El descendente lleva hasta el abrigo natural
conocido como la Cueva de los Muñecos. El nombre se debe a las numerosas
figurillas o exvotos de bronce que los lugareños llaman muñecos (muy
expoliados). Desde la cueva de los Muñecos, los órganos quedan a nuestra
derecha, en una visión lateral. La roca que alberga el abrigo es en realidad
parte del monumento natural.
El roquedo, por su
ubicación y características, es una buitrera. Durante la visita, serán
incesantes las “ruedas” de buitres cicleando en el cielo, a baja altura o posados sobre las cuarcitas. Un buen punto
pues para la observación de estas rapaces. También roqueros y con un poco de
suerte águila imperial, algún lince o algún lobo…
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