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sábado, 30 de agosto de 2014

El Montseny, un paseo por la biodiversidad

 
Hayedos en la vertiente septentrional del Maragalls.
Pocos enclaves existen en el continente europeo con la biodiversidad con la que cuenta el Parque natural del Montseny. Este espacio natural catalán comprende algo más de 31.000 hectáreas, sobre todo en la provincia de Barcelona y en parte también en la de Girona (el parque es gestionado por ambas diputaciones), y además de un sobresaliente patrimonio cultural cuenta con valores naturales de primer orden internacional. Si alguna palabra define la naturaleza del Montseny esa es biodiversidad.

En el Montseny crecen 2.800 especies de plantas.

La UNESCO no tardó mucho en darse cuenta de la importancia de este macizo, de su historia y la interrelación humana. El Montseny es Reserva de la Biosfera desde el año 1978, casi una década antes de ser incluso declarado parque natural (1987). La certificación con la Carta Europea de Turismo Sostenible llegó en 2011.


Encinar en las inmediaciones de la ermita de Tagamanent.

El macizo tiene una edad geológica entre 500 y 300 millones de años y sobre esta montaña con una diferencia de cotas que van entre los 900 y lo más de 1.700 metros de altitud, en combinación con las diferentes orientaciones y relieves dan como resultado una serie de pisos de vegetación dominados en su cara sur por especies mediterráneas y con presencia en su vertiente septentrional de flora centroeuropea. Diferencias de humedad y diferencias de temperatura que explican la magna biodiversidad botánica. ¡En total, nada menos que 2.800 especies de flora!. Encinares, alcornoques y pinares como comunidades mediterráneas más secas (cotas bajas). Encinares montañosos y robledales cuando las condiciones de humedad aumentan y con dominancia de la vegetación eurosiberiana por encima de los 1.000 metros, con la presencia de hayas y abetos, ambientes subalpinos en cotas superiores y cimas, donde crecen landas, matorrales y prados donde dominan las plantas herbáceas.
 
La ermita Tagamanent desde  Bellver, camino del Pla de la Calma.
Ante la abundancia de diferentes hábitats, la fauna encuentra múltiples opciones de asentamiento. De nuevo especies centroeuropeas en las partes altas del parque y especies mediterráneas en las cotas inferiores. Se han censado 270 especies de vertebrados, entre los que destaca el tritón del Montseny (Calotriton arnoldi) único vertebrado endémico del Montseny y de Cataluña.


Mi propuesta en esta ocasión de vivir una experiencia en la naturaleza vinculada a la biodiversidad botánica. En su gran extensión son muchas las rutas que permiten entrar en contacto con la vegetación de estos pisos y en varias ocasiones la combinación de varios de ellos. Es el caso de dos rutas de enorme interés y gran belleza paisajística: la subida al Matagalls y el pla de la Calma. Dos rutas sencillas (con importante desnivel a salvar) por camino bien señalizado. La primera de ellas va desde el collado de Bordoriol, cerca de Viladrau (Girona), hasta la cima pasando por hayedos, landas, matorral y pasto para coronar una de las máximas alturas del macizo. Esta ruta está señalizada como SL-C-82 y enlaza al pie del Tagamanent con el GR.5-2. Se puede regresar por la misma ruta o bajar siguiendo el GR desde la cima del Tagamanent hasta Collformic.
 
Enebro de la Miera
La segunda ruta permite recorrer por la pista del GR.5-2 desde Tagamanent hasta el collado Collformic (cerca de El Brull) pasando por el pla de la Calma, un altiplano de gran belleza y mejores panorámicas. La vegetación mediterránea domina este segundo recorrido, con atractivos añadidos como el promontorio rocoso donde se asienta la ermita de Tagamanent o el centro etnológico Ca l’Agustí, muy cerca del pla.

Vegetación mediterránea en las vertientes meridionales.


Si enlazáis ambas rutas, podréis tener una idea muy completa de la flora del Montseny cruzando el parque de norte a sur. Una experiencia inolvidable.

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